Mi vida

Mi vida
El diario de Fran

12 de mayo de 2010

Mi Perrita Linda


Hace una semana que han operado a mi perrita linda, hace cuestión de un mes le diagnosticaron un pequeño bulto en sus tetitas, y el veterinario decidió que era mejor quitárselo, mi madre al principio se asusto, sobre todo cuando le hablaron de operar. Pero luego ya hablo con mi hermana y se convenció que era mejor quitárselo. El lunes vino mi hermana Carmen con el coche, como si de otro día mas se tratase, ¡pero no! No era un día normal, operaban a mi perrita, mi madre cogió toda la documentación de mi perrita y salieron como si fueran de paseo, mi Perrita muy contenta, se subió al coche, y cuando fuimos a aparcar en la puerta del Burguer King, había restos de comida en el suelo y ella como no había comido nada de la noche anterior, quería comérselo todo. Pues cuando de repente se vio que estaba entrando en la clínica veterinaria, se asusto y metió el rabo entre las patitas. Miraba, remiraba a mi madre, como diciendo: ¿Qué hago aquí? La metieron en una sala, donde la subieron a una mesa metálica, y ahí decidieron que no iban a dormirla entera, solo le durmieron la zona del quiste, le pincharon para ponerle anestesia, mi hermana la sujetaba con mucho cariño para que no se asustara, pero ella seguía asustada, pero como una campeona aguantó... Cuando ya le hizo efecto la anestesia, la introdujeron en la sala quirúrgica, mi hermana y mi madre podían presenciar la operación, mi perrita Linda de vez en cuando miraba a través del cristal, veía a mi madre y a mi hermana y ponía una carilla con los ojillos muy abiertos, diciendo: ¿Qué me hacen? menos mal que estáis ahí y sé que me estáis acompañando y apoyándome, que si no le meto un bocadito a la veterinaria y me voy, pero la acompañante de la doctora la agarro con tanta dulzura y cariño, le dio abrazos y besos mientras le estaba quitando el quiste. Todo salió tan bien que solo tuvimos que esperar media hora y nos fuimos a casita. Mi madre le agradeció a la doctora y a la ayudante que muchísimas gracias por cuidar y tratar a mi perrita con tanta dulzura y tanto mimo, como se nota cuando a alguien le gusta lo que hace, y la satisfacción de agradecer un trabajo bien hecho es gratificante tanto para el q lo hace como para el que lo recibe. Cuando volvíamos en el coche, mi perrita en los brazos de mi madre todavía con los síntomas de la anestesia, iba sonriendo de oreja a oreja, es difícil pillarla en un foto así.
Mi madre de nuevo tuvo que presenciar una operación mas, tiene una fortaleza de roble, pero tenemos que darnos cuenta que nuestra perrita lleva junto a nosotros 12 años, forma parte de la familia es un miembro más. Es como mi hermana y mi amiga porque ella cuando estoy triste me alegra y a mí me encanta verla cuando mueve el rabito, haciéndome carantoña para que baje con ella a dar un paseo, aunque a veces no me apetece, pero la veo con esa carilla mirándome, que quien le dice que no. Ahora para que no se tocara la herida, lleva una capucha de plástico en forma de trompeta, enganchada al cuello y le cubre justo la altura de cabecita, y el primer día que se la pusimos tropezada por todos lados, y chocaba con nosotros…. ya esta mas recuperada, tiene los puntos muy sequitos. Todo pasa y de todo se sale. Muchos besitos a mi perrita.

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